• ¿En qué consiste su trabajo como farmacéutica y técnica-ortopédica?

Asesoramos a las personas que llegan con problemas de pies o de espalda. Al estar concertados con la Seguridad Social, vienen con la receta prescrita por el médico y aquí se lo hacemos, sobre todo, plantillas, fajas o zapatos. Y en el área de parafarmacia, solemos asesorarles en cremas y productos similares o lo que les recete el médico.

• A raíz de la pandemia, ¿ha habido cambios en la demanda de los clientes?

Sí, se ha notado mucho el cambio que ha habido, sobre todo, a menos. La gente, con la pandemia, tiene menos ingresos y, claro, gasta menos. También hemos notado que al haber menos citas de este tipo con la Seguridad Social, (incluso se suspendieron muchas consultas), hemos recibido menos recetas. Porque todos los años, la gente tiene derecho a unas plantillas o a una faja, y ya hay retrasos de hasta dos años.

•    ¿Cómo está viviendo esta situación?

Vamos subsistiendo, no podemos quejarnos tampoco, pero sí se ha notado la crisis que ha generado la pandemia. La gente gasta menos. Pero soy optimista, creo que si salimos de ésta, salimos ya de todas.

• ¿Ha cambiado mucho su trabajo a lo largo de este último año?

En general, la forma de trabajar y funcionar es la misma, porque nosotros trabajamos mucho con personas que traen sus recetas y les atendemos siempre dando nuestro mejor servicio, siguiendo la prescripción del médico.

• ¿Cómo cree que la sociedad la figura del farmacéutico?

Yo creo que está bien. Por lo menos, nosotros intentamos ayudar siempre a los clientes, ofreciéndole el mejor asesoramiento. En parafarmacia, por ejemplo, siempre procuramos asesorarle en lo que les puede ir mejor.